vicente ferrer
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EL AYUNTAMIENTO ACOGE LA LECTURA DE UN MANIFIESTO POR EL MEDIO AMBIENTE IMPULSADO POR EL `FORO ECOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD

Ante el Día Mundial del Medio Ambiente, los firmantes, miembros de diversas organizaciones, movimientos e iglesias, afirman su compromiso de continuar trabajando dentro y fuera de sus comunidades por un medio más saludable

08 junio 2016

Ante la celebración el próximo domingo del Día Mundial del Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Granada ha acogido esta mañana la lectura de un manifiesto elaborado por distintas confesiones integradas en el Foro 'Ecología y Espiritualidad´, un documento en el que los representantes de las citadas religiones se unen en defensa de la naturaleza y el Medio Ambiente.

En la presentación del foro, el concejal de Medio Ambiente, Urbanismo y Mantenimiento, Miguel Ángel Fernández Madrid, ha mostrado el apoyo municipal a iniciativas y compromisos centrados en trabajar por un medio más saludable y en pro de la sostenibilidad.

En este sentido, ha explicado que dicho foro se puso en contacto con el Defensor del Ciudadano de Granada, Manuel Martín, para presentar en el Ayuntamiento, en la casa común de los granadinos, este manifiesto que sostiene la necesidad de trabajar por un nuevo modelo de sociedad, en donde la economía esté al servicio de las personas y en la que todos los seres vivos puedan ser respetados.

Así, uno de los miembros de Ecología y Espiritualidad, José Ferrer, ha dado lectura a un texto que arranca centrando la efeméride que se celebra el próximo domingo: “Que exista en el calendario un importante número de días dedicados al medio ambiente –día de la Tierra, del agua, del árbol…- no es una casualidad. Atravesamos una crisis ambiental sin precedentes, con problemas locales y globales, de rápida evolución y acusada persistencia, que superan los débiles esfuerzos que se invierten para combatirlos”.

A lo largo del manifiesto, se hace referencia a problemas como el cambio climático: “Quizás el cambio climático sea el ejemplo más relevante como problema que afecta a todo el planeta”; o la contaminación del aire, el agua y los residuos, entre otras cuestiones.

Finaliza el documento con una declaración de intenciones ante las necesidades de mejora medio ambiental: “Esta tarea debe incumbir a la humanidad en su conjunto, y debe revelarse como una tarea primordial para todas las personas integradas en movimientos espirituales y/o confesiones religiosas, por cuanto el cuidado de la Tierra es uno de nuestros principales deberes éticos. Por todo ello, las personas abajo firmantes, miembros de organizaciones, movimientos e iglesias, en este Día Internacional del Medio Ambiente afirman su compromiso de continuar trabajando dentro y fuera de sus comunidades por un medio más saludable en el marco de una sociedad más justa”.

El Foro Ecología y Espiritualidad está formado por miembros de diferentes confesiones, (musulmanes, católicos, evangélicos, protestantes, mormones, budistas, brahnma cumaris, etc.), en defensa de la naturaleza y el medio ambiente.

Dicha asociación surge de un grupo de participantes en el I Congreso Internacional de Ecología y Religiones celebrado en Granada en 2008, y organizado por el Centro UNESCO de Andalucía. Entonces se decidió articular una nueva asociación alrededor de los valores que lo promovían, como el encuentro, el diálogo y el respeto, al tiempo que aunara los esfuerzos de personas y comunidades de diferentes convicciones espirituales en la búsqueda de un mundo más equilibrado y sostenible.

TEXTO DEL MANIFIESTO ELABORADO POR EL FORO ECOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD ANTE EL DÍA INTERNACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE

Que exista en el calendario un importante número de días dedicados al medio ambiente –día de la Tierra, del agua, del árbol…- no es una casualidad. Atravesamos una crisis ambiental sin precedentes, con problemas locales y globales, de rápida evolución y acusada persistencia, que superan los débiles esfuerzos que se invierten para combatirlos. Quizás el cambio climático sea el ejemplo más relevante como problema que afecta a todo el planeta, aunque haya sido generado por los países desarrollados; con una evolución exponencial, preocupando más el tiempo tan corto en que se está generando que el propio problema en sí, y con largos tiempos de residencia en la atmósfera de los productos que lo generan, de tal forma que, aun si nos decidiéramos a frenarlo de forma inmediata, el efecto se mantendría durante siglos.
Los problemas globales no ocultan los locales e inmediatos (como la contaminación del aire, agua, residuos…) que afectan de manera más precisa a diferentes regiones y países. La contaminación atmosférica, por ejemplo, origina en España 16.000 muertes prematuras (más que los accidentes de tráfico y laborales) reduciendo la calidad y esperanza de vida de los habitantes de las zonas afectadas.
Convivimos, además con 10 millones de especies (muchas de ellas aún por descubrir) para las que también éste es su único planeta, y que sufren la degradación de sus hábitats, ocasionando una reducción a gran escala, que algunos conocen ya como la sexta extinción. Cada especie es un milagro que no podemos permitirnos el lujo de perder, además de que, con su declive, también ponemos en riesgo la continuidad del ser humano.
Un planeta empobrecido y dañado no puede resultar aceptable para ningún hombre o mujer de buena voluntad. Es imprescindible pasar a la acción, una vez que hemos tomado conciencia y analizado la situación actual, para resolver y prevenir, lo que no será posible con este modelo económico insostenible y codicioso, sino bajo condiciones de justicia, equilibrio y solidaridad, hasta acabar con la desigualdad en el uso de los recursos y las desigualdades sociales que, como consecuencia, se producen.
Esta tarea debe incumbir a la humanidad en su conjunto, y debe revelarse como una tarea primordial para todas las personas integradas en movimientos espirituales y/o confesiones religiosas, por cuanto el cuidado de la Tierra es uno de nuestros principales deberes éticos.
Por todo ello, las personas abajo firmantes, miembros de organizaciones, movimientos e iglesias, en este Día Internacional del Medio Ambiente afirman su compromiso de continuar trabajando dentro y fuera de sus comunidades por un medio más saludable en el marco de una sociedad más justa.