vicente ferrer
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Las Pymes andaluzas suspenden en competencia de gestión

El problema se agudiza cuando la empresa es familiar y llega el momento del relevo generacional de la dirección.

17 agosto 2021 | Publicado : 13:31 (17/08/2021) | Actualizado: 13:32 (17/08/2021)

La competencia en la gestión es un factor que influye decisivamente en la competitividad de las empresas. En su ausencia disminuyen notablemente las probabilidades de éxito de cualquier aventura empresarial.

Sin embargo, no es ningún secreto que uno de los talones de Aquiles de muchas pymes de nuestra comunidad autónoma es, precisamente, la falta de competencia en la gestión.

El problema se agudiza cuando la empresa es familiar y llega el momento del relevo generacional de la dirección. A menudo, este se realiza atendiendo más a las preferencias personales de quien se jubila que a la cualificación real del sucesor:

En el hipotético caso de un candidato que se ha preocupado por estudiar un MBA en Sevilla y otro que ha terminado la carrera de Filología Hispánica en Salamanca, no debería haber dudas acerca de la idoneidad del primero para asumir la gerencia.

Pero en una empresa familiar no resultaría extraño que el elegido fuera el segundo candidato, muy especialmente si, pongamos por caso, a su titulación uniese el mérito de ser el primogénito del accionista mayoritario o del anterior director.

Veamos los requisitos que debe cumplir el candidato a dirigir o gestionar una pequeña empresa, sea o no familiar, y cómo puede adquirir las competencias directivas necesarias.

¿Qué es la dirección de una empresa?

En las firmas medianas y grandes se compone de un grupo de directivos con competencias en distintas áreas: comercial, financiera, laboral, etc.

El grupo de dirección está comandado por un director ejecutivo o CEO, responsable de tomar finalmente las decisiones y de responder por las mismas ante el consejo de administración o los accionistas de la compañía.

En las empresas más pequeñas se suele denominar gerencia y es una única persona quien asume la gestión y toma todas las decisiones.

En este caso, es aún más importante que el director o gerente disponga de competencias directivas, ya que no contará con un equipo de profesionales cualificados capaces de asesorarle en las distintas áreas de gestión empresarial.

Funciones de la dirección de una empresa

Entre otras, pueden destacarse las siguientes:

  • Planificar y organizar las estrategias y los objetivos comerciales o de crecimiento

  • Análisis y control del cumplimiento de los objetivos fijados

  • Supervisión de los procesos productivos y de comercialización

  • Mantenimiento del equilibrio financiero y de los beneficios económicos

  • Establecer canales eficaces de comunicación interna y externa

  • Habilidades para el liderazgo

La formación, factor clave para desarrollar competencias directivas: Máster MBA

Para desarrollar todas esas competencias directivas no basta con estudiar una carrera generalista, sino que es necesario acceder a una formación 100 % orientada a la gestión empresarial.

En este sentido, la realización de un Máster en Administración de Empresas (‘Master in Business Administration’ o MBA) es la alternativa de primera elección para cualquier persona que aspire a dirigir o gestionar una pyme.

Y si la empresa es de carácter familiar, la realización de un Máster MBA es la mejor garantía de que, en el momento de la sucesión, la persona designada esté capacitada para tomar el relevo y hacerse cargo eficazmente de la gestión.

Caso contrario, en un escenario tan competitivo como el actual, a medio plazo será inevitable poner la gestión en manos de ejecutivos ajenos a la familia, admitir en el accionariado a terceras personas cualificadas o incluso que la familia se vea obligada a vender la empresa.