Los deportes electrónicos (e-Sports) han irrumpido con fuerza en el panorama de los videojuegos y están contribuyendo al esplendor que vive la industria.
26 noviembre 2019
La industria de los videojuegos en España –y en todo el mundo- se encuentra en un momento de esplendor. Los videojuegos, las videoconsolas y los ordenadores siguen siendo unos de los principales beneficiados del desarrollo tecnológico que vivimos en estos días. No podría ser de otra forma, ya que se trata estamos hablando de tecnología pura y dura. Cada avance que se produce reafirma la posición dominante de los videojuegos.
El éxito de los videojuegos se explica a través de varios factores.
Son muy divertidos: uno puede pasar horas dándole al mando y disfrutando de la experiencia de juego.
Son una forma de evasión: es una de las mejores maneras de desconectar del estrés del día a día.
Son inmersivos: el nivel de realismo que han alcanzado los videojuegos es tremendo. Los gráficos, los entornos, las texturas, los colores, el sonido… todo invita a que nos sintamos parte de las historias y situaciones que presentan. Han alcanzado tal nivel, que parece que uno es el propio personaje del juego. Y todo desde el salón de casa.
Son competitivos: plantean retos. Hay enemigos a los que vencer, obstáculos que superar… Los jugadores no quieren juegos fáciles –tampoco muy difíciles-, buscan retos complicados, pero que se sean vencibles.
Cuentan buenas historias: la narrativa de los videojuegos ha evolucionado mucho y ahora es posible plantear historias bien construidas, con sus propias subtramas que enganchan a los jugadores. Los equipos de guionistas han ganado mucho protagonismo en el desarrollo de los videojuegos.
Nuestras acciones tienen consecuencias en el juego: lo que hagamos con los personajes tiene su propio reflejo en el entorno y en las historias. Nuestras acciones tienen trascendencia.
Crean comunidad: la aparición del modo de juego online ha hecho posible jugar y comunicarse con personas de cualquier parte del mundo.
Los datos demuestran el tirón que tienen los videojuegos en España. En el pasado 2018 se facturaron un total de 1.530 millones de euros. Esta cantidad supone un 12,6% más que la cantidad facturada en el ejercicio anterior. Se prevé que los datos de este 2019 sean mejores que los del año pasado. Por establecer una comparación, la industria del cine facturó 585,7 millones de euros y la de la música grabada 237,2 millones. Tanto el sector del cine, como el de la música, están muy lejos de las cifras conseguidas por la industria de los videojuegos, por lo que se puede considerar que es la primera opción de ocio audiovisual de España.
El número de videojugadores subió en 2018 hasta los 16,8 millones y la media de tiempo de juego por jugador es 6,2 horas/semana. España es, tras Alemania, Reino Unido y Francia, el cuarto país de la zona euro que más factura. Por supuesto, Estados Unidos, Japón y China son los países del mundo en los que la facturación ha sido mayor.