22 marzo 2018
El aceite es uno de los productos con más valor que se producen dentro de todo el territorio nacional español, aunque, este año, con la gran sequía que ha azotado nuestro país, ha hecho que su producción disminuya drásticamente, llevando consigo que se produzca mucha menos cantidad a un precio mucho más caro, debido a esto, la zona de Andalucía, una de las comunidades que más aceite produce, con el 82% de todo el territorio nacional y el 32% del mundial, se ha visto muy afectada y muchas familias, trabajadores, negocios y empresas, se han visto implicadas en ello.
Según estudios, esta producción ha llegado a reducirse hasta en 1,10 millones de toneladas, produciendo una caída del 10%.
Si no llueve, los árboles sufren, y durante estos dos últimos años no ha habido una gran cantidad de precipitaciones, lo que repercute en toda la población nacional, ya que todo el mundo está acostumbrado a usar este producto en la preparación de la mayoría de sus platos.
Esta sequía ha dejado una pérdida en todos los campos andaluces de alrededor de unos 800 millones de euros.
Este sector supone el 5% de las empresas que se dedican a este fin y el 9% de las exportaciones.
Por estos motivos este año podremos notar un considerable descenso si lo comparamos con la producción de otras campañas, notándose principalmente en su precio final, teniendo todos los consumidores que pagar un pequeño porcentaje más.
No obstante, actualmente se está produciendo una gran bajada de precios, beneficiando así a los productores locales de aceite de gran calidad AOVE como la almazara del Molino de Benamejí.
Esto es debido a las fuertes lluvias que se vienen dando en todo el territorio peninsular español durante las últimas semanas, otorgándole así un gran respiro a todo el olivar, especialmente los que están dentro de las zonas de secano.
Todos los trabajadores miran al cielo aliviados después de haber tenido un otoño y un invierno especialmente secos, sin apenas precipitaciones, augurando una próxima campaña bastante mejor que la actual.
Estos precios bajos también se deben a que los productores están intentando vender con urgencia y así poder pagar todos los costes que han hecho frente para afrontar la recolección del producto.
En los próximos meses está estimado que las condiciones meteorológicas no serán las mismas habiendo ya muchos días con unas temperaturas bastante altas, una temperatura que volverá a hacer sufrir al olivar para la campaña del próximo año, aunque, no obstante, se estima que la producción del próximo año será significativamente mejor a la actual.
Lo que de verdad le importa al consumidor final es que el producto tenga una buena relación en cuanto a calidad y precio, y esto viene siendo así desde hace ya varios años, está demostrado que a los españoles no nos importa pagar un poco más si sabemos que la calidad es mejor. A uno de nuestros productos más emblemáticos como es el aceite de oliva, estamos seguros de que, precisamente calidad, no es lo que le va a faltar.