vicente ferrer
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Cuándo se considera necesario asistir a una terapia de pareja

Los problemas de pareja son comunes todas las relaciones. Sin embargo, llega un momento en el que es necesario asistir a terapia para resolverlos de manera efectiva.

26 noviembre 2017

En todas las relaciones de pareja existen problemas, los cuales son considerados en su mayoría inofensivos. No obstante, muchos de ellos pueden ir dañando la relación con el tiempo y trayendo como consecuencia la ruptura de la misma.

Por ese motivo, muchas personas deciden acudir a una terapia de pareja para así resolver dichos problemas con un profesional del área; ya que éste contará con las herramientas, estrategias y técnicas adecuadas para ayudar a la pareja a mejorar su relación o si es necesario, terminarla de la forma más adecuada entendiendo que la misma no puede seguir funcionado.


Aunque a algunos individuos suelen evitar este tipo de terapias, en realidad son una solución bastante fiable, ya que al igual que las personas comunes que visitan psicólogos o psiquiatras, muchas parejas con el deseo de arreglar su relación acuden ante estos especialistas.


¿Cuándo se considera necesario acudir a un psicólogo de pareja?


Los problemas que podemos tener con nuestra pareja pueden parecer comunes cuando son repetitivos, por lo que algunas personas piensan que son totalmente normales. Sin embargo, la mayoría de ellos desconocen la “toxicidad” de dichos encuentros negativos, los cuales son ocasionados normalmente por episodios de rabia o ira.


La terapia de pareja no sólo se recomienda para problemas graves como un acto de infidelidad o tratar con una persona agresiva; ya que también son recomendables para los celos, desconfianzas o inseguridad y otros inconvenientes que puedan presentarse en la relación. Por lo tanto, cualquier pareja puede acudir a una terapia para mejorar la relación.


¿Cómo asistir a una terapia de pareja?


Lo primero que debes saber para asistir a una terapia, es que necesitas que tu pareja esté de acuerdo, ya que en caso contrario, ésto no será de mucha utilidad. Puede darse el caso de que ésta se abra un poco más en sesión y puedan lograr solucionar sus problemas, pero en la mayoría de casos si la persona no desea asistir simplemente no tiene interés en continuar la relación.


Una vez le has planteado la idea y ésta haya aceptado, entonces podrás continuar con los siguientes pasos:


  • Investiga cuáles son los mejores profesionales del área en tu ciudad o en línea, ya que hoy en día podemos tener sesiones con psicólogos a través de videollamadas. Recopila su costo, opiniones de otros pacientes y su experiencia.

  • Una vez que hayas tomado una decisión de tu profesional favorito, sólo tendrás que pedir cita con un psicólogo en Sevilla, Madrid, Barcelona o cualquier localidad en la que te encuentres.

  • Finalmente, podrás acudir a tu cita con la pareja y empezar a interactuar con el especialista que los guiará en el camino para lograr que la relación siga funcionando, vuelva a funcionar si es posible u ofrecer la opción de la ruptura si ya no hay vuelta atrás.


Cabe destacar que es recomendable también fijarse en la especialidad del profesional que vayas a elegir, ya que posiblemente un consejero matrimonial Sevilla o de cualquier otra parte de España pueda ser la mejor opción para un matrimonio; mientras que un psicólogo de pareja común y corriente, la alternativa recomendable para una relación de jóvenes novios.



¿Cómo evitar ir un psicólogo de relaciones de pareja?


Si los problemas aún no son graves pero estás preocupado por una posible ruptura, aún tienes posibilidades de solucionarlo o al menos intentarlo. Para ello, deberás seguir una series de recomendaciones que te permitirán analizar tus comportamientos y el de tu pareja, por lo que ambos deben estar de acuerdo en querer solucionar los inconvenientes y autoanalizarse de forma sincera. Entre ellas podemos encontrar las siguientes:


  • No sospeches y empieces a crear historias ficticias en tu mente. Muchas veces no confiamos en la palabra de nuestra pareja y en consecuencia, armamos un escándalo sin sentido ni lógica alguna; gracias a que inventamos “cuentos” que supuestamente responden a los extraños comportamientos que ha tenido nuestro compañero.

  • Cada vez que te molestes por algo que haya hecho tu pareja, lo primero que deberías hacer es calmarte y hacerte una sencilla sencilla pregunta “¿por qué estoy molesto”. Seguramente te autorespondas con facilidad, por lo que descarta esa respuesta y analízalo más a fondo. Piensa si en verdad tienes razón de molestarte y por qué. Muchas veces las personas tienen un mal carácter producto de otros inconvenientes que ha tenido con personas externas, trabajo, universidad, entre otros y la pareja es quien termina pagándola.

  • Permítele a tu pareja explicar el por qué su comportamiento o acción antes de empezar a acusar, molestarte y empeorar las cosas. En la mayoría de ocasiones con tan sólo escuchar su versión podrás entender con mayor facilidad las cosas, lo que evitará un problema que pudo haberse resuelto antes de que se produjese.

  • Debes fijarte de cuándo vas a discutir, ya que existen momentos idóneos para haceros y otros que no lo son; por ejemplo, una mala situación para discutir por algo que no habías comentado sería en una pelea ocasionada por otras razones o cuando estás en un momento íntimo o romántico.

  • Las parejas deben contar con un equilibrio, en las que ambos deben dar y recibir prácticamente lo mismo, salvo varias excepciones que no vienen al caso. El hecho es que no puedes exigir si sabes que ésta no puede dártelo y menos si tu tampoco puedes hacerlo.

  • Siempre debes intentar sacar tu lado empático y comprender cuál es el punto de vista de otra persona, también conocido coloquialmente como “ponerse en los zapatos del otro”. De esta manera podrás entender mejor qué siente tu pareja y el porqué de su comportamiento.


En definitiva, lo más recomendable es preocuparse por la salud de la relación cuanto antes para evitar ir a terapia; pero también entender que asistir a las mismas es un proceso totalmente normal y que no debería ser algo de qué avergonzarse, ya que ambas personas se han puesto de acuerdo para solucionar sus problemas efectivamentes y así gozar de una relación saludable.