Esta iniciativa empieza a gestarse desde el año 2003, pues en ese entonces la UNESCO declara la tradición mexicana del Día de Muertos como patrimonio de la humanidad.
21 octubre 2017
Sucede que Xcaret se hace partícipe de esa arraigada tradición mexicana como lo es el Día de los Muertos. En este fantástico parque temático se aprovecha la ocasión para hacer un desfile de calacas (nombre las calaveras en la cultura mexicana popular) y plantear toda una serie de eventos. Solo basta ver el portal XcaretExperiencias para como el parque de Xcaret se llena de colorido en esa fecha tan singular como lo es el día de los difuntos.
Lo cierto es que desde hace algunos años se ha empezado a realizar en Xcaret el llamado “Festival de la Vida y de la Muerte”. Paulatinamente, este evento se ha ido arraigando y ganando gran cantidad de adeptos. Vale decirse que esta iniciativa empieza a gestarse desde el año 2003, pues en ese entonces la UNESCO declara la tradición mexicana del Día de Muertos como patrimonio de la humanidad. ¡Un acto que llama la atención de las personas en el mundo!
Este singular evento se lleva a cabo entre los días 30 y 31 de octubre, así como durante las jornadas del 1 y 2 de noviembre. Durante estos cuatro días el parque temático se atiborra de gente que anhela disfrutar de la gastronomía, los bailes, las comparsas, las representaciones teatrales y muchos otros sucesos que resultan interesantes. Se trata de una mezcla de expresión cultural y de entretenimiento que encanta y fascina a turistas tanto nacionales como extranjeros.
El Día de Muertos es una costumbre muy arraigada en el pueblo mexicano. Tiene su origen en Mesoamérica, y de algún modo ha ganado cierto sincretismo con dos festividades del calendario católico: “El Día de los Fieles Difuntos” y el de “Todos los Santos”. Lo cierto es que en las culturas precolombinas la muerte no era motivo de tristeza, sino de tácita celebración y disfrute en familia. Este es el origen de esta singular actividad que caracteriza al México actual.
En México la influencia de los Mayas y los Aztecas deja un aspecto cultural tan llamativo como exótico. Lo ciertos es que para estas civilizaciones, la muerte ostentaba connotaciones culturales muy diferentes a las de las creencias del Cristianismo. Muchas veces, esta muerte era motivo de orgullo y el destino de los difuntos tenía mucho que ver con la forma como morían. Todo esto se amalgama en el tiempo y da como resultado un universo cultural interesante.
Una de las cuestiones más llamativas del día de los difuntos son las famosas “calacas” o calaveras. Estas se convierten en un motivo ritual y en un sello distintivo. Incluso, se hacen dulces y tortas con ellas. A los niños, por ejemplo, les encanta comer las famosas calaveritas de caramelos. Igualmente, es común que se disfracen de calaveras, del mismo modo en que ocurre con la festividad del Halloween anglosajón.
Una variante de estas calaveras es el llamado “Pan de muerto”, que es un pan típico de tal festividad, a veces muy decorado con colores, dulces o frutas. Otro aspecto que llama la atención son las flores, ya que se suelen usar en grandes cantidades para hacer enormes coronas. De hecho, es espectacular ver los cementerios llenos de tumbas decoradas de la manera más multicolor posible, en una mezcla de alegría y conmemoración.
Los famosos altares del Día de Muertos son otra singular tradición que fascina a gran cantidad de personas. Se hacen altares para los fallecidos, donde se les dejan regalos variopintos. La creencia popular sostiene que las almas de los niños retornan al mundo el 1ero de noviembre y las de los adultos al día siguiente. Es común que a las almas de los adultos se les ofrezca tequilla o cigarros. En cambio, a los niños se les dejan juguetes y muñecas.
Todo lo antes dicho se lleva a cabo en Xcaret. Además, se le añade un festival de música, conciertos, entretenimiento, rituales alusivos, ventas de artesanías y muchas otras opciones para deleite de todos los visitantes que llegan al parque. Hay que recordar que muchas de estas actividades se hacen con el trasfondo de los grandes recintos arqueológicos de los Mayas.
Este festival ya supera la docena de convocatorias, siendo uno de los que mayor tradición empieza a tener en el estado de Quintana Roo. Durante este increíble evento es posible paladear la gastronomía tradicional de la región. Abundan los dulces típicos y los rituales alusivos al Hanal Pixán (comida de ánimas). Igualmente, hay gran cantidad de talleres, artesanías, ofrendas y un sinfín de altares para los muertos.
Lo anteriormente dicho es apenas una muestra de todo lo que ofrece Xcaret durante el festival. Hay variopintas exposiciones, teatro, danza y conciertos con invitados de gran categoría. Además, todo el parque es decorado para la ocasión y se hacen visitas guiadas a los ríos subterráneos, a los espléndidos xenotes y a las selvas cercanas donde aún se siente la energía de los antiguos mayas con su magia ancestral y poderosa.
El festival dela Vida y de la Muerte tiene espléndidos paquetes para viajeros. Incluye alojamiento, comida y transporte a los principales acontecimientos del mismo. Es algo que hay que vivir, conocer, experimentar, sentir y luego recordar para toda la vida. Sin duda, es una de las mejores opciones que ofrece Xcaret para todos sus visitantes.