Llegan las altas temperaturas, y hay que tener en cuenta unas pautas para que nuestro gran amigo no lo pase mal.
06 julio 2017
Ahora, que el calendario avanza y nos encontramos avanzado su ecuador, estamos en una época en la que las temperaturas son frecuentemente mencionadas por ese afán de subir, de reventar el mercurio y hacernos sudar estemos en la parte de la península que estemos. Por desgracia, las personas no somos las únicas que sufrimos esto, y nuestros queridos compañeros pueden pasarlo realmente mal si no tenemos en cuenta que el calor también les afecta.
Para evitar sustos y disfrutar de un buen verano junto a nuestra mascota, te traemos una serie de consejos muy importantes para que el calor sea solo una buena excusa para disfrutar y coger ropa más ligera; para que nuestros peludos, emplumados o escamados amigos no lo pasen mal por culpa del “lorenzo”.
Si tiene mucho pelo, plantéate un recorte
Hay canes y gatos con un pelaje hermoso, y excesivamente frondoso. Esta cantidad de pelo puede aumentar su temperatura corporal de forma desmedida en épocas como esta. Es cierto que, si tienen tal cantidad, es porque les sirve para protegerse del frío y, a veces, del calor; por eso no es bueno esquilarlos como a ovejas. Un pequeño recorte, algo que no les deje sin esa fantástica pelambrera, pero que a la vez les alivie un poco la carga y sirva para que se refresquen.
Nada de paseos en las horas de más calor
Evita la franja horaria de las 11:00 a las 16:00 para sacar a tu perro a pasear. Los animales necesitan ejercicio, salir a la calle, correr y divertirse; sin embargo, hacerlo a estas horas puede causarles muchos problemas por las excesivas temperaturas. Es la franja más peligrosa para hacer esfuerzos, tanto en humanos como en animales; así que, por el bien de los dos, dejad ese paseo para otro momento del día, seguro que lo disfrutaréis más.
El agua fresca es fundamental
Tomar un vaso de agua bien fría tras haber sudado es una delicia para ti, ¡y también para tu mascota! Procura siempre que tenga algo de agua fresca que beber cuando lo necesite (que lo necesitará muchas veces a lo largo del día) y, si te preocupa que esté demasiado fría, coloca aparte otro recipiente con agua un poco más caliente, así podrá elegir qué prefiere. Por otra parte, y para evitar tener que controlar la temperatura del agua, puedes preguntar en tu tienda de animales de confianza por fuentes de agua que mantengan la temperatura. Se están popularizando cada vez más, ¡y son muy prácticas!
Nunca la dejes dentro del coche
La asfixia y la hipertermia son algunos de los peligros con los que las mascotas se han topado en los últimos años por culpa de dueños despistados o despreocupados. Jamás dejes a tu animal en el coche, ni siquiera con una ventanilla o varias bajadas, mientras te vas a hacer algo urgente. Intenta llevarlo contigo o busca algún lugar alternativo donde dejarlo. El interior de un vehículo puede adquirir unas temperaturas excesivamente altas, sobre todo en verano, peligrosas tanto para personas como para animales.
Refresca a tu mascota
Un buen baño con una manguera es algo que tu mascota siempre agradecerá, sobre todo los días de más calor. Si no, prepárale un sitio con agua donde pueda meterse cuando lo necesite. Refrescarse es ideal, y tu animal de compañía te lo agradecerá.
Cambia el horario de comidas
La digestión puede estropearse si se realiza cuando la temperatura es elevada. Si quieres que tu mascota no tenga problemas con las comidas, dale de comer por las mañanas, cuando aún no hace calor, o por las noches, cuando este comienza a irse. Así te asegurarás de que disfruta comiendo, no se agobia con el calor y, de paso, realiza una correcta digestión.
Muchas de estas pautas prácticamente podrían aplicarse a las personas, realmente porque son puntos totalmente coherentes. El verano es una época repleta de celebraciones y de ocio; pero también repleta de cuidados para evitar problemas. Cuando sube el termómetro tenemos que cuidarnos más que nunca, y no solo a nosotros, sino también a estos animalitos que tanto nos acompañan. Si no vigilas tú a tu mascota y la cuidas, ¿quién lo va a hacer?